NOMBRE COMPLETO: Blas Fernando Bello
APODO: Tarzán
LUGAR DE NACIMIENTO: Argentina
POSICION: Arquero
DEBUT EN INDEPENDIENTE: el 18/03/34 vs. Platense
ULTIMO PARTIDO EN INDEPENDIENTE: el 27/10/44 vs Rosario Central
TRAYECTORIA: Independiente (1933-44) y Selección Argentina (1934-45, 10 partidos)
PARTIDOS JUGADOS EN INDEPENDIENTE: 300
TITULOS EN INDEPENDIENTE: 17
TITULOS OFICIALES: 6
Campeonato Primera División 1938 y 1939
Copa Ricardo Aldao 1938 y 1939
Copa Ibarguren 1939
Copa Adrián Escobar 1939
TITULOS NO OFICIALES: 11
Torneo Internacional Nocturno 1936 y 1941
Copa Intendencia Municipal de La Rioja 1937
Copa Saratoga 1939
Copa Confraternidad Argentino-Brasileña 1939
Copa Municipalidad de Avellaneda 1940
Trofeo Universidad de Chile 1940
Copa Intendente Municipal 1941
Copa Ministerio de Hacienda 1941
Copa Fraternidad 1941
Copa Presidente Prado 1941
TITULOS EN SELECCIÓN ARGENTINA: 2
Campeonatos sudamericanos 1937 y 1941
TOTALES: 19
El "Tarzán" del arco rojo, considerado por muchos el mejor en toda la historia de Independiente en ese puesto, pese a haber actuado hace tanto tiempo. Lo que revela su enorme grandeza. Llegó en 1933 de su Pergamino natal y de inmediato se convirtió en titular indiscutido del puesto. De magníficas condiciones naturales, gran físico, excelente ubicación, extraordinaria seguridad de manos, notables reflejos y una serenidad asombrosa frente al peligro inminente del gol. No lo veían bien sólo los hinchas rojos, rápidamente llegó a la Selección Nacional donde jugó mucho tiempo. Fue uno de los pocos que logró detenerle un penal a Bernabe Ferreyra, el célebre cañonero de River Plate cuyos remates doblaban las manos de los arqueros.Respaldo fundamental para aquél fabuloso equipo campeón de 1938 y 1939 y miembro del infranqueable terceto posterior con Lecea y Coletta. Su idolatría se robusteció también con su carisma y con su figura elegante. Por ello desde hace muchos años, la tribuna de damas del estadio lleva su nombre. Se convirtió en entrenador del equipo por decantación: su hombría de bien, su palabra sensata y su juicio certero eran ideales para el puesto. Nito Veiga, jugador campeón en 1948 y posteriormente entrenador de mérito en Independiente, recuerda: "Pasábamos horas enteras en la concentración, debajo de la tribuna Cordero, escuchando los consejos de Fernando Bello". Un grande, un patriarca inolvidable y un elegido por el público.
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